Una etimología popular sugerida por el académico venezolano Mariano Picón Salas mantiene que la palabra arepa proviene de la voz
erepa, que significaba maíz para la etnia extinguida de los cumanagotos. Sin embargo, los registros más antiguos de la palabra indican que diferentes pueblos indígenas en Colombia y Venezuela ya usaban la palabra arepa para referirse a un alimento a base de maíz cuando los europeos llegaron al continente, por lo cual esta etimología es poco probable.
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13 La voz arepa es aceptada por la Real Academia Española en 1884.
La arepa era denominada tijitafun por los indígenas guanes, en el actual departamento de Santander, Colombia. Desde 1986 en ese país se industrializa para el mercado de exportación la variante de arepa de maíz pelado (no confundir con pilado).
La referencia más antigua al vocablo arepa la proporciona el italiano, natural de Florencia, Galeotto Cei en su «Viaje y descripción de las Indias (1539-1553)»:
Historia
La arepa era preparada y consumida por los aborígenes desde tiempos precolombinos en los actuales territorios pertenecientes a Colombia y Venezuela. Las costumbres alimentarias indígenas son vistas en platos criollos basados en maíz como la arepa.
La introducción de la arepa a sus pueblos fue un resultado del clima y la producción del maíz. El maíz era un elemento importante en la dieta de los indígenas. En estas regiones, el cultivo del maíz era diverso. En el territorio correspondiente a la actual Venezuela, las tribus cultivaban nueve tipos de maíz “blanco, para asar, blanco y negro, maíz largo, color ceniza, y el llamado por los españoles maíz cariaco, mientras que los cumanagotos lo llamaban erepa.”
Las mitologías indígenas hacen referencias al maíz o a la mazorca y describen estos como una «ofrenda que los dioses hicieron a los hombres». José de Acosta, un viajero filósofo y jesuita español en el siglo XVI, contrastó la arepa con el pan y el casabe al decir que este es “más grueso y más cálido y engendra sangre.” También menciona que la arepa tiene en forma “de un disco solar” y el budare es como “piedra o arcilla de sacrificio para el rito del primer pan.” Pedro Ruiz de Tapia, el contador del rey en Venezuela en 1548, señala que las arepas eran racionadas al pueblo; cada indio recibía tres arepas de maíz al día para el almuerzo y la cena.

Tradicionalmente, la preparación de arepas estaba reservada para las mujeres. En primer lugar, remojaban los granos de maíz, quitaban los cascos de los granos y molían los granos hasta hacer una harina. Luego, la harina era mezclada con agua para crear una masa. Con la masa se creaban bolas, las cuales eran después aplanadas y cocinadas hasta que el exterior de la masa estaba cocido. Las mujeres utilizaban ciertos instrumentos para hacer arepas. Además del fuego, utilizaban metates para moler y triturar el maíz y budares (parrillas de barro cocido) para cocinar las arepas. Hacían arepas de aproximadamente 1,5 centímetros de grosor y de 10 de diámetro y un peso de unos 250 gramos.
Hoy en día, la arepa es considerada un icono gastronómico de Colombia y Venezuela, y una herencia común compartida por estas naciones. La arepa es un símbolo de la tradición indígena que todavía está presente en estos países. Sin embargo, el modo de preparación cambió en 1960 con la introducción de la harina de maíz precocido que simplifica el proceso al hacer innecesario remojar y moler el maíz. La harina de maíz pre cocida ya viene lista para preparar arepas. Solo es necesario mezclar agua y un poco de sal para crear la masa. El proceso tarda alrededor de 5 a 10 minutos. Cuando la masa esta suave y moldeable, se puede crear la forma de las arepas y cocinar.
Pedro Cieza de León, antes de morir en 1554, había dejado escrita su obra «Crónica del Perú», cuya segunda parte, «El señorío de los Incas», publicada en 1871, registra el consumo de la arepa en la provincia de Cartagena:
Colombia
La arepa es un reconocido icono de la gastronomía de Colombia, donde hay unas 75 recetas regionales y el 73 % de los habitantes la consume en el desayuno. Según una investigación realizada por la Academia Colombiana de Gastronomía, «La arepa hace parte de nuestro patrimonio cultural y puede ser considerada como un símbolo de unidad gastronómica nacional».
En la Región paisa la arepa acompaña todas las comidas del día y se otorga un collar de arepas para condecorar a personajes ilustres.
En 2006, la arepa fue nominada a símbolo cultural de Colombia en el concurso organizado por la revista Semana con el apoyo de Caracol TV, el Ministerio de Cultura y Colombia es pasión.
En Colombia la arepa se comercializa para su preparación en tiendas de barrio, supermercados de cadena y plazas de mercado en forma de masa de maíz blanco o amarillo ya lista para asar o freír, o en forma de harina de maíz obtenida industrialmente, la cual requiere hidratación. Aparte de los hogares, el plato se consigue en ventas callejeras estacionarias, cafeterías y tiendas de barrio. También se pueden adquirir refrigeradas en supermercados, listas para calentar o asar. En los restaurantes de comida popular se consigue como un elemento más del menú, y en la Región paisa se consigue en todo tipo de restaurantes, inclusive existen restaurantes que la ofrecen con guarniciones al estilo de la arepa rellena.
Anualmente, se celebra el «Festival de la Arepa Colombiana» en las cinco principales ciudades: Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga. Conforme al calendario programado se turna en cada ciudad la organización del festival entre los meses de agosto y diciembre.